San Cayetano: miles de fieles celebran al patrono del pan y del trabajo en todo el país
Cada 7 de agosto, miles de fieles se congregan en el santuario de Liniers para pedir o agradecer a San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo, cuya figura se volvió símbolo de fe y esperanza en tiempos de crisis.
Este jueves, Argentina celebra el Día de San Cayetano, una de las figuras más queridas de la tradición católica. Considerado patrono del pan y del trabajo, miles de fieles se acercan al santuario ubicado en Cuzco 150, en el barrio de Liniers, para agradecer o pedir por empleo, alimento o estabilidad económica.
A lo largo de la jornada, se celebran misas en distintos horarios, y la fila de devotos suele extenderse por varias cuadras. Algunos llegan con promesas, otros con esperanzas renovadas, y muchos con gratitud por los favores recibidos.
¿Quién fue San Cayetano?
Nacido en Vicenza, Italia, el 1° de octubre de 1480, Cayetano de Thiene se formó en la Universidad de Padua, donde obtuvo un doble doctorado en derecho civil y canónico. Más tarde se trasladó a Roma, donde fue designado protonotario apostólico del Papa Julio II y participó del V Concilio de Letrán. Sin embargo, tras la muerte del pontífice en 1513, decidió alejarse de la vida de la corte para dedicarse al sacerdocio, siendo ordenado a los 35 años.
En Roma, integró la asociación Del Amor Divino, centrada en la ayuda a los pobres y en el fortalecimiento de la vida espiritual. Junto a otros religiosos, fundó la Orden de los Teatinos, con el propósito de renovar el compromiso del clero con una vida austera y solidaria.
San Cayetano renunció a todos sus bienes y destinó su herencia a los más necesitados. Fundó los Montes de Piedad, instituciones que ofrecían préstamos con intereses muy bajos a personas en situación vulnerable, y dedicó gran parte de su vida al cuidado de los enfermos, especialmente aquellos abandonados.
Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547 y fue canonizado en 1671. En Argentina, su figura cobró fuerza especialmente durante tiempos de crisis, convirtiéndose en símbolo de esperanza y fe popular.
El templo de San Cayetano en Liniers fue inaugurado en 1900 y declarado parroquia en 1913. Con el tiempo, se consolidó como uno de los santuarios más visitados del país, donde cada año miles de fieles renuevan su devoción.