Triple crimen en Florencio Varela: quién es quién entre los detenidos e investigados
De Lázaro Víctor Sotacuro, acusado de manejar el auto, hasta Ariel Jiménez, señalado por cavar el pozo, estos son los nombres que aparecen en la causa por el asesinato de Morena, Lara y Brenda.
La investigación por el triple crimen de Morena, Lara y Brenda en Florencio Varela avanza con nuevas detenciones y reconstrucciones que buscan esclarecer el caso que conmociona al país.
Según detalló el periodista Pampa Mónaco en Mujeres Argentinas, este lunes varios de los principales sospechosos deberán presentarse ante la fiscalía de San Justo, donde se concentra la causa.
Los nuevos detenidos
Entre los nombres más resonantes aparece el de Lázaro Víctor Sotacuro, un ciudadano peruano de 41 años que fue capturado en Villazón, Bolivia, cerca de la frontera con La Quiaca. Los investigadores lo señalan como el hombre que conducía el Volkswagen Fox utilizado para trasladar a Morena, Lara y Brenda a Florencio Varela. Sotacuro, en su defensa, asegura que solo "puso el auto a disposición" y que no sabía el destino final.
Otro de los arrestados es Ariel Jiménez, de 29 años, acusado de haber cavado el pozo donde las víctimas fueron enterradas. Durante un allanamiento se le secuestró una pala de punta y un aza, además de un testimonio clave: una vecina declaró que Jiménez le pidió prestada la herramienta horas antes del hallazgo. Los fiscales creen que el joven fue contratado no solo para excavar el pozo, sino también para preparar una carpeta de cemento que habría servido para encubrir la escena del crimen.
Una red bajo la lupa
Hasta el momento, son cuatro los detenidos: dos mujeres argentinas, un hombre argentino y un ciudadano peruano. A esta lista se sumó recientemente el propio Sotacuro, cuyo último domicilio estaba en San Andrés, partido de San Martín, una zona marcada por problemas de narcotráfico, según Mónaco.
Además, permanecen en la mira Maximiliano Andrés Parra, acusado de limpiar la escena del crimen, y la pareja formada por Daniela Ibarra y Miguel Ángel Villanueva, quienes tenían alquilada la casa donde se hallaron pruebas clave.