El cardenal John Njue denunció que no fue invitado al cónclave y niega problemas de salud
El único cardenal de Kenia dijo no haber recibido ninguna notificación formal para participar en la elección del sucesor del papa Francisco. Desde el Vaticano alegaron problemas de salud, pero él lo niega rotundamente.
A días del inicio del cónclave 2025 en el Vaticano, el cardenal keniano John Njue expresó su desconcierto por haber quedado excluido de la elección del nuevo Papa. En una entrevista con el diario Daily Nation, el exarzobispo de Nairobi aseguró que no recibió una invitación formal para participar en la votación que definirá al sucesor del papa Francisco.
"Aquellos que participan en el cónclave suelen recibir invitaciones oficiales y eso no ha sucedido por mi parte. No he sido invitado", afirmó el cardenal, de 79 años, en declaraciones que generaron sorpresa dentro del ámbito eclesiástico internacional.
Niega problemas de salud y cuestiona su exclusión
Si bien desde el Vaticano se alegaron motivos de salud para justificar su ausencia, Njue fue enfático: "No es por salud. No entiendo la razón. Es difícil hacer comentarios sobre esto". Además, rechazó las versiones que lo excluyen por haber superado el límite de edad para votar en el cónclave, asegurando que su fecha de nacimiento fue actualizada recientemente en el Anuario Pontificio.
Sin embargo, un comunicado del arzobispo de Nairobi, Philip Anyolo, contradijo sus declaraciones. Según informó, Njue fue efectivamente invitado de manera oficial a través de la Nunciatura Apostólica en Kenia, pero no podrá participar por cuestiones médicas, según informó la Santa Sede.
Cónclave 2025: comienza la elección del nuevo Papa en la Capilla Sixtina
El miércoles 7 de mayo, a las 11:30 (hora argentina), se dará inicio al cónclave en la Capilla Sixtina, con la presencia de 133 cardenales electores. Como establece la tradición, se cerrarán las puertas para garantizar el aislamiento total y el estricto hermetismo del proceso.
El Cónclave es un evento clave para la Iglesia Católica, con reglas que se remontan a 1274, cuando el Papa Gregorio X instituyó el procedimiento cerrado mediante la constitución Ubi periculum. Desde entonces, las elecciones papales se llevan a cabo bajo fuertes medidas de confidencialidad para evitar presiones externas.
Las últimas dos elecciones -la de Benedicto XVI en 2005 y la del papa Francisco en 2013- duraron apenas dos días, y se espera que esta edición mantenga el mismo ritmo.